De día de noche o cuando resuena al alba. Santiago siempre está bello. Afortunadamente, de las buenas noticias que hemos tenido en la ciudad desde el año 2016, está la de la reapertura de este templo histórico que se recuperó tras once años cerrado por problemas estructurales de la fábrica.
Recordamos cuando en una ocasión, uno de los arquitectos que trabajó en esta larga puesta de largo del templo, dijo en una conferencia en la Sala Compañía que Santiago era un milagro de la arquitectura porque no se encontraba explicación alguna a cómo había aguantado tantos siglos en pie. No existían estructuras sólidas de cimentación ni una estructura sería para aguantar un templo de estas dimensiones.
Afotunadamente, el Santo Patrón de España quiso que permaneciera sin caerse. Y ahora, tras esta ardua restauración, sigue en pie ya con una fábrica totalmente cimentada sobre sólido. Ahora sí que podrá aguantar unos cuantos de siglos más.
Hoy la traemos a nuestra Jerezanía, cuando despunta el alba. Su portada gótica maravillosa. En la zona del angostillo. Una pena que un casco de bodega tape la grandiosidad de esta portada. Sin embargo, no pierde su belleza.
