Aspecto que ofrece el acerado de la Porvera.

La calle Porvera se ha convertido en una auténtica superficie de pegamento de contacto. El poco cuido de la ciudad y la merma en el servicio de limpieza ha propiciado que esté casi prohibido pasear con calzado con suela de goma.

Se trata de la floración de las jacarandas que forman esa bóveda tan característica en la vía. Preciosa con los tonos morados que aporta pero ciertamente cochambrosa por la especie de bruma aceitosa que deja pegada a los vehículos y, sobre todo, a las muchas flores que pululan por las aceras.

Estábamos convencidos de que dentro del contrato de limpieza de la zona estaba contemplado barrer las aceras de la Porvera pero vemos que no debe de especificar nada.

Son esos pequeños detalles que hacen que una ciudad marque la diferencia. A quien corresponda. Hay que barrer. De lo contrario los jerezanos van dejar más de una suela en el piso por el efecto pegamento de las flores de las jacarandas.

Dejar comentario