La calle Cordobeses, según Agustín Muñoz en su imprescindible libro sobre las calles y plaza de Jerez, nos indica que tuvo que ser lugar donde vivió familia de origen cordobés ya en el siglo XVI. Antiguamente denominada de la Cordobesa, según Muñoz, estuvo situada la vivienda de doña Isabel López ‘La Cordobesa’.

De llegar a llamarse Cordobeses es muy probable que fuera por el uso posterior hace referencia a la descendencia de la dicha señora.

Disfruten de esta imagen que sin duda tiene su encanto. Aquí, en Jerezania.

Ciertamente en Jerez podemos localizar bastantes azulejos dedicados a la Patrona pero este es muy significativo.

¿Dónde se encuentra? He ahí la cuestión. Pueden responder a través de las redes sociales o en un comentario en esta misma web. Dedicada a los muy despistado o a quienes aún no conocen hasta el último rincón de la ciudad.

Erigido en este emplazamiento en 1883, el conocido busto de bronce salio del taller del escultor italiano Augusto Franzi Bottinelli. Por tanto nos encontramos con una de las esculturas civiles más antiguas de Jerez. Esta iniciativa está dentro de la tendencia de la época a ensalzar ya no sólo al personaje en sí, sino también a sus propios ideales y por su contribución al bienestar de pueblos y las ciudades.

No es tiempo ni fechas, ni tampoco estación para que la plaza hierva cuando el sol saca las garras y la noche se hace apetecible. En Jerez, estos días, lo que sobra es frío. La sequía ha pasado a los monederos que últimamente no están muy rumbosos. Sin embargo, la plaza Rivero es centro de encuentro de muchos jerezanos durante todo el año. Las tapas que salen de los bares que la rodean siembran el ambiente con el pescaíto frito, el adobo o el queso viejo que el amigo “Patillas” saca a la terraza, recién traído de Villalpando. Las copas de oloroso que reconstituye cualquier cuerpo pasado por la humedad del invierno saltan de la bandeja a la mesa. Un señor está leyendo la prensa local mientras aprovecha los bellos y escasos rayos de sol del mediodía. “Qué duda cabe de que este enclave tiene mucho encanto. Jerez tiene rincones preciosos, pero este es uno de los más sugerentes”, sostiene. Apura un culito que todavía anda suelto en el catavino y prosigue con su lectura sin más. Viendo noticias de políticos anticrisis y riadas en los alrededores de la ciudad.

Iniciativas

El viejo alcalde de la ciudad, Rafael Rivero, controla la vida de su ciudad desde lo alto de la base que lo sustenta. Un jerezano al que se le debe la conducción de las aguas del Tempul a la ciudad o la construcción del ferrocarril que comunicaba a Jerez con el Trocadero, primera vía férrea construida en Andalucía y tercera en España. Así de importante fue este alcalde  que trajo dos elementos imprescindibles para los ciudadanos: agua y comunicación. Pero sin duda, una de las joyas imperecederas que dejó fue, además de sus iniciativas, la belleza de una plaza que lleva su nombre y de la que durante siglos han disfrutado muchos jerezanos. Rincones cargados de jerezanía. Sin duda alguna, el de Rivero es uno de ellos.

Se trata de un relieve en el que se refleja la Sagrada Familia, festividad que el pasado 30 de diciembre celebró la Iglesia. San José la Virgen María y el Niño Jesús.

Si sabes dónde se encuentra no dudes y a través de un comentario en este artículo o bien en las redes sociales. Todos los datos que tengáis serán siempre bien recibidos.

Comentar que fue en el año de 1774 cuando se concluyó esta joya de altos vuelos. Es obra del arquitecto Juan de la Barba y es de triple vano. Coronada por un gran frontón que es una de sus características más interesantes. Añadir que dicho frontón está partido en dos grandes roleos que lo flanquean a ambos lados. El remate final viene de la mano de una veleta fina que se pierde en la altura. Todos estos son datos recogidos en la buena guía artística y monumental de Jerez escrita por Pablo Pomar y Miguel Ángel Mariscal.

El día de la Virgen de la Paz, como titular de la cofradía de La Cena, las tres campanas suenan con toda la fuerza que pueden. Sera el próximo 24 de enero, donde los cultos se inician en honor de esta histórica imagen vinculada a la collación de San Marcos.

Por otro lado, destacar que otra de las grandes celebraciones es la del Corpus Christi en al que algunas ocasiones la espadaña se viste con paños blancos de brocado.

La espadaña de San Marcos es una de las joyas arquitectónicas más bellas de la ciudad. Una vecina un tanto desconocida para muchos jerezanos. Para eso tenemos esta sección de rincones. Con el fin de que al menos en alguna ocasión recobren el debido protagonismo.

Merece la pena observarla. La plaza del Clavo es un buen sitio para hacerlo.

En este caso traemos la alameda Cristina en una mañana de niebla en Jerez. De las pocas que hemos tenido este año, bañando la zona de brumas ciertamente pintorescas.

En primer plano el famoso monumento a las cofradías que hiciera en su día Sebastián Santos Calero. Un monumento que en su día trajo cierta controversia y que es conocido en Jerez como ‘el recortableֹ’.

Una vista de la ciudad distinta a la que os invitamos a disfrutar.

Sin embargo, no por mucho pasear, conseguimos entender más y mejor nuestro propio entorno. Para sacarle rendimiento a un buen paseo es necesario abrir bien los ojos y estar atentos a lo que se observa.

Hoy traemos el detalle de la calle Francos y sus columnas esquineras. Este elemento arquitectónico es un recurso funcional que en Jerez es muy frecuente verlo. Comencemos diciendo que esto nos da la idea de que en la ciudad hubo en el pasado bastantes carros arrastrados por caballos o mulos, pues es sabido que este tipo de columnas se colocaban con el fin de no deteriorar las esquinas de los edificios y casas palacios que pueblan nuestras calles. Este deterioro se producía en muchos casos por los ejes de las ruedas de los carruajes. Un vehículo con tracción a las cuatro ruedas y motorizado dibuja un eje en la curva perfecto. Sin embargo, un carro arrastrado por animales, no es lo mismo, dependerá siempre del carácter del jaco o de la destreza con el que el cochero domine la fusta desde el pescante. Así que parece que en tiempos pasados debieron verse demasiados derrapes en cada esquina de Jerez.

La calle Francos es todo un escaparate de columnas esquineras. La primera que nos encontramos es una semi-columna baja. Está justo en Doctor Ruiz de la Rabia como un peñasco en los bajos del edificio.

Ya metidos en la zona peatonal, nos encontramos una preciosa imagen con dos columnas esbeltas en cada esquina con la calle Almenillas. Una de estilo toscano y la otra con capitel casi inacabado y con un fuste construido por un tipo de mármol parecido al jaspe.

Pero seguimos y de esta forma llegamos a la esquina con la calle San Pedro. Observamos otra esbelta columna toscana de bello trazo. Está claro que conforme la situación económica y el estatus social de los que vivían en una determinada casa era más alto, ofrecía hasta en el tipo de columna esquinera colocada en la casa una imagen aproximada del poder bien económico o social de los habitantes.

Al llegar a la zona de la calle San José, posiblemente nos encontramos con la más antigua de todas. Se trata de una columna esquinera muy erosionada ya por el tiempo, cuadrada y con capitel muy primario. Por la forma, nos hace pensar que pudiera ser de la época árabe, pues Francos cruzaba la medina intramuros y parece esquina que se pierde en las profundidades de pasado.

En la calle Francos las pueden encontrar. Son ciudadanas que llevan muchos años en Jerez, viendo pasar la vida. Algunas son incluso una preciosidad. Son las cosas que se descubren cuando se pasea por Jerez con los ojos bien abiertos.

El edificio los Arcos en el Arenal

También encontramos un tipo de columnas muy clásicas en el edificio de los Arcos en la plaza del Arenal. Se trata de un estilo y de un material que bien debió de pertenecer a algún edificio desgajado y que tuvo un elevado número de columnas o bien ser una producción prácticamente en serie que se hizo en su día para la decoración urbanística de la ciudad.

El caso es que este tipo de columnas las podemos encontrar en distintos lugares de la ciudad y no son patrimonio único de este edificio. Miren y observen. Verán con no es tan complicado poder verlas en otros lugares del centro histórico de la ciudad de Jerez.

Huele agua fresca y las calles toman ese color grisáceo ciertamente melancólico. Tan típico de estas fechas otoñales.

Ojalá sigan viniendo a la ciudad las necesarias lluvias de estas fechas. Para calmar la sed de la tierra de albariza y todo quede limpio.

Como muestra, este botón. Una panorámica de la calle Francos ayer por la tarde. Sencillamente bella imagen mojada del Jerez más genuino.

Tremendo el medio derribo que sin duda puede propiciar algún peligro para los viandantes y terrible el lugar dónde se encuentra. En plena puerta del Arroyo, intramuros. En una zona donde no debería de permitirse tamaña imagen.

Es triste pero es así ¿Quién será el responsable? Ni se sabe. Pero sí se puede decir que a quien corresponda no debería dejar escapar ni un minuto más para poner solución a este rincón inaudito.

Así no podemos ser capital mundial de nada. A no ser que queramos hacer un remake sobre el Berlín de después de la Segunda Guerra Mundial.

Ciertamente algo escondida, con muchas casas palaciegas abandonadas y dejada de la mano de Dios, por fin vino un proyecto para este lugar que debería de ser el primer paso para una reforma integral del barrio de San Mateo.

Se trata de la plaza Belén, lugar donde estuvo hace siglos el antiguo convento de los mercedarios descalzos y donde tiene su origen la antigua hermandad de los Dolores, actualmente de las Tres Caídas.

Posteriormente, el edificio situado en este espacio, pasó a ser penal o cárcel de la ciudad. Finalmente, muchos recordamos que pasó a ser colegio Luis Vives, lugar donde estaban los primeros cursos de la antigua E.G.B. y que dependía del Luis Vives.

Este inmueble fue derribado para situar en su lugar aquel sueño de los justos que se denominó la ‘ciudad del flamenco’. Nunca se llevó a cabo y un trozo de aquel edificio vanguardista que iban a dirigir un estudio de arquitectura suizo quedó resguardado en un solar frente a la plaza. No debería de perderse este elemento como recuerdo de lo que pudo ser y no fue al final.

Tras décadas de olvido y desidia, finalmente se este llevando a cabo este espacio abierto de ocio. Esperemos que los muchos vándalos que existe en nuestra ciudad no la asalten y quede dentro de unos meses como un estercolero destrozado. Esperemos.

De momento ya se le ve la cara a este espacio muy bonito en el histórico barrio de San Mateo. Un barrio con encanto debería de ser urgentemente reutilizado. Podría ser la judería de Jerez. Y sin embargo no deja de ser actualmente un barrio semi-abandonado que se convierte en la boca del lobo cuando cae cada día el sol.